miércoles, 10 de noviembre de 2010
Tan descabellado
como el apartamiento
del ciclo laboral.
Tan insensato
como las lágrimas
en el tocador ajeno.
Tan ilógico
como dicen ellos,
dar solución a lo que no tiene.
Tan desatinado
como mi andar pausado,
por la noche en la ciudad.
Tan incoherente
con mi necesidad,
una invitación a mi soledad.
Tan poco calculado
entrar sola, otra vez
al mismo lugar.
Tan impreciso
ocupar un espacio adelante
dicen, para mejor espectar
Tan absurdo,
el mundo de lo inmundo.
Tan certero
como el desconocido sendero
Tan ilegítima
su dirección, su intención.
Tan confuso, tan debastador,
tan circundante, tan benevolente,
tan necesario, tan complaciente,
tan amado,
tan amado,
tan amado....
El amor escasea comprensión,
consume miradas,
patea cerebros,
araña estómagos,
y muerde el corazón.
Y es absurdo.
Nos regresa al submundo
volviendo, otra vez, a ser
descabellados,
insensatos,
ilógicos,
desatinados,
incoherentes,
imprecisos,
absurdos,
E N A M O R A D O S
como el apartamiento
del ciclo laboral.
Tan insensato
como las lágrimas
en el tocador ajeno.
Tan ilógico
como dicen ellos,
dar solución a lo que no tiene.
Tan desatinado
como mi andar pausado,
por la noche en la ciudad.
Tan incoherente
con mi necesidad,
una invitación a mi soledad.
Tan poco calculado
entrar sola, otra vez
al mismo lugar.
Tan impreciso
ocupar un espacio adelante
dicen, para mejor espectar
Tan absurdo,
el mundo de lo inmundo.
Tan certero
como el desconocido sendero
Tan ilegítima
su dirección, su intención.
Tan confuso, tan debastador,
tan circundante, tan benevolente,
tan necesario, tan complaciente,
tan amado,
tan amado,
tan amado....
El amor escasea comprensión,
consume miradas,
patea cerebros,
araña estómagos,
y muerde el corazón.
Y es absurdo.
Nos regresa al submundo
volviendo, otra vez, a ser
descabellados,
insensatos,
ilógicos,
desatinados,
incoherentes,
imprecisos,
absurdos,
E N A M O R A D O S
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