martes, 29 de septiembre de 2009
Es indispensable de mis días,
retornar a un lunes,
un lunes de marzo de algún año pasado,
de las lunas que habitaron.
Pulso de lunes por la tarde,
intercala agitados latidos y suaves susurros,
dibujando media luna en el sol.
Marzo que se aproxima cada mes,
cada año,
cada vez que la luna abandona al sol
para venir de prisa a mi habitación.
Tarde de gotas en el rostro,
de agua y desazón,
de labios inmutados ante la casualidad
de un espacio para dos.
Manos que hubieron de encontrarse
sin acuerdo del corazón,
como una sensación
al atrevezar la montaña
sensación de no ser uno,
razón de ser dos.
lunes, 28 de septiembre de 2009
Sábado por la noche, tras la ventana del mercedes de mi cuñado pude ver a Martha, con nuevo 'look', ahora dejaba lucir su blanca cabellera, blanca como la rebanada de queso que compartimos alguna vez, vestía colores más frescos recibiendo la primavera, sus manos ya sin guantes...MARTHA!!! qué pasó? un yeso entumece su brazo, dije casi gritando, desde el diminuto espacio dentro del vehículo.
- Seguramente se ha caído, como es viejecita... - dijo mi hermana.
- O a lo mejor la atropelló algún carro. - añadió Rafael
En mi mente no cabía ninguna de esas posibilidades, no quería pensarte herida, caída, atropellada, no tú Martha, a ti que mi corazón te cuida con recelo. Vaya 'cuidar', como puedo decir ello, si la ausencia se apoderó de mí, de tí, de nosotras y no supe más como cuidarte, solo la memoria acompañaba mis caminatas nocturnas intentando encontrarte entre la niebla del paradero, y ahí, ahí no estabas Martha, solo así quise cuidarte, en mis recuerdos quise protegerte del olvido apararte, sólo en mi mente alojarte y como siempre abrazarte.
Pero esa noche no bajé a verte, pude haberlo hecho; sin embargo al regresar a casa, al pasar por puesto de trabajo, no pude hallarte, ya no estabas otra vez.
Tres noches andube por ahí buscándote con todos mis sentidos, me senté donde siempre a conversarte y creo que no me oíste, Martha esa noche como otras tampoco llegaste, la niña de los dulces vino a mí y me dijo:
- A quien buscas?. A quién perdiste?
- Busco a Martha, espero a mi amiga.
Niña la amistad no se pierde, tal vez se muda, se enferma, se ausenta, se accidenta...
pero jamás se pierde... y lo sé bien porque ya no me atreveré a repetir como aquella vez...
Martha te he perdido otra vez
ni pide que lo esperes
sólo irrumpe en tus venas
no le importa si ahí lo quieres.
Cautiva con dulces susurros
y miradas de tristeza.
No comete actos impuros
todo es cruel vileza
Es agente indomable
puesto que no es materia,
suele ser despreciable
más aún en tardes de ausencia.
Censura cualquier felonía,
mata y a veces revive
sobre todo en el corazón noble
en especial si es de día.
El amor sabe cuando irse,
se va y no se despide,
perfora almas y recuerdos
todo…todo queda en lamentos.
mas no puedo decir adiós,
donde está el eco de mi voz.
Ya no regresa, no regresó
Donde está mi sueño,
a donde fue el amor.
Por qué no vino esta noche
el mago redentor.
Ahora viste completamente
un accesorio transparente,
ya no siento su perfume,
no siento ya su calor
domingo, 20 de septiembre de 2009
pretende colorear mis instintos
con tus acuarelas seductoras
que permanecen en el piso.
Cambia la posición de tu mirada,
gírala hacia el horizonte
ahí donde habita mi almohada
con el sueño eterno de esperarte.
Lee mi mente al yo suspirar,
cántale a mi alma en la arena.
Repite la coroegrafía sin parar
como levitando en la magia eterna.
Y al final de esta quimera
abre los ojos y quítame el disfraz,
regrésame al amor de alguna manera
y hazme saber que de eso sí eres capaz.
Que lejos podemos estar
y las manos aun se han de enlazar.
es ahí donde esperaste
te siento, lo he prometido
y es así, como sigo vivo.
Porque pienso lo que siento,
y temo la llegada del olvido
y ruego que... no te hayas ido
Bajo la penumbra, sólo duermo
y mi sueño es contigo
y no temo seguir este camino.
Porque aún posees mis recuerdos,
que a tu lado no hacía frío,
cuando las aves nos susurraban al oído.
Tantas veces dando vueltas
por mi Lima nada mía
tantas bellezas envueltas
que tocaron mis ojos hoy día.
Puente Trujillo, Rímac, Loreto
un puente con vuelta trucada
creí que no era el camino correcto
empero de Chabuca la alameda me esperaba.
Hice lentos mis pasos
para ahondar cada centímetro
de tus calles los retratos
me siguieron cual espectros.
El Rímac, cantando suavemente
me advertía sueños, fantasía
paso a paso llegaba a mi mente
la majestuosa banda y su melodía.
Ante mis ojos, la plaza,
el Palacio recibía el domingo
por poco y la gente danza
con la marinera, el vals y el himno.
Catorce minutos contemplándote,
Lima nada mía te he compartido
con gentes de países otros visitándote
y yo que recién Hoy te he querido.
Partí sin decirte Hasta Pronto
y es que en realidad no me había ido
por ahí caminando enocontré un santo
que me atrajo con un hermoso sonido.
Volveré Lima, la del centro, la de antaño
que hoy te sientes moderna y viva
volveré cada domingo del año
por tu rostro, tu gente
porque seas de mi alma por siempre cautiva.
[suena el celular… impertinente!] un mensaje de texto: ‘Hola Sofi, hoy quiero verte, hoy quiero amarte, hoy voy a morir contigo levitando, contigo respirándote siempre…Tamo,[ya sabes más que eso]. Emiliano’
[A Martha, por sus años y sus alfajores*]
sábado, 19 de septiembre de 2009
Se sienta y no sonríe; respira y se quiebra
ante la inexacta maniobra de un ciego peatón,
que profesa con sus lágrimas las malicias de un amor.
Warmi intenta ser la doncella de un furtivo amor,no está ciega,
es el peaton, que ciego, ciego de amor la abandona a su suerte
sin lágrimas,
sin ecos,
sin corazón.
Versos ciegos cautivadores de doncellas infantes,
insasiable delirio,ignaro corazón
has creído sin que te crean,
has amado sin que te amen,
has visto un amor a sabiendas que el ciego no era tu amor,
no hay príncipes para doncellas que vean escencia en ellas.
No hay príncipes warmi*
la epidemia de la ceguera acabó con ellos;
los galantes, los caballeros se marcharon desfilando
ciegos, presos de falsos amoríos...
llora,
rié,
siente.
Doncella Warmi* hija de la luna que el sol radiante,
tu enemigo constante, hoy va a demostrarte
que fue tu único y verdadero amante.
pero es intenso el frio
que intenta acariciar mis partes,
penetrar mis sentidos,
y auyentar las melodías oscuras del alma.
Pienso que al menos ello debí permitir,
lo de las melodías que salan mi rostro,
al cerrar los ojos y viajar hacia allá;
algo parecido a un pasado,
pasado que ni pronunciaba futuro,
pasado que provoca mis pestañas,
darle duro y exprimir los ojos.
Siete sueños de la madrugada
a esta aciaga mañana,
siete sueños de fúnebres minutos
que reclaman venturas,
paralelo inconciente, irreal,
insípido, inerte...
Muerte a los sueños
que atacan de madrugada
que cierran tanto los ojos
y salpican sal sobre los rostros,
cansado de soñar
irrealidades irrealizables,
sueños inombrables
ahora ya inmemoriables.